La sarna no es una enfermedad exclusiva de los animales de compañía, también existe en los humanos. Sin embargo, el origen es distinto. En este sentido, la sarna humana es causada por un tipo especial de ácaro: sarcoptes scabiei.
La sarna humana es contagiosa y esta infección se produce simplemente por el contacto físico entre el afectado y su familia, sus compañeros de clase, amigos etc.
Debido al alto grado de transmisión, cuando alguien la contrae el médico que llama al resto de los allegados para valorarlos.
Qué es la sarna humana
Es una patología causada por la presencia del ácaro sarcoptes scabiei. Este microorganismo, y más específicamente la hembra, escoge el cuerpo humano como un medio de protección para sus huevos. Lo que hace es cavar en la capa externa de la piel, construyendo un túnel y dejando sus huevos.
Una vez que los huevos eclosionan, vuelven a la capa exterior de la piel como larva donde madura para construir otro túnel y depositar sus huevos. Y el ciclo se repite extendiéndose por tu piel.
Hay que destacar que los ácaros que atacan a los animales y los que atacan a los humanos no son los mismos, por lo que rara vez abra un cruce de patógenos. Y de haberlo, la afección no durará mucho tiempo, ya que cada ácaro se desenvuelve mejor en el huésped al que está acostumbrado.
Síntomas de la sarna humana
- Picazón intensa y que empeora en la noche.
- Galerías irregulares y finas excavadas en la primera capa de la piel formadas por pequeñas ampollas o protuberancias en la piel.
La sarna puede aparecer en todo el cuerpo. Pero los ácaros suelen preferir las zonas de entre los dedos de las manos, las axilas, alrededor de la cintura, la planta de los pies, parte interior de las muñecas y los codos, en las nalgas, en las rodillas y la zona genital de los hombres.
A su vez, en bebés suelen estar en el cuero cabelludo, palma de las manos y planta de los pies.
Si has tenido sarna antes, puede tardar unos días entre la infección y la aparición. Por el contrario, si es la primera vez a la que te ves expuesto a este ácaro, pasarán hasta 6 semanas para que los síntomas se desarrollen. Una persona contagiada de sarna humana puede ser un vector de transmisión, aunque aún no haya desarrollado los síntomas.
En cuanto a un contagio entre un animal infectado y un ser humano, el segundo puede que desarrolle algún que otro síntoma, pero no durará mucho ni desarrollará la sarna humana completamente, ya que el ácaro que parasita animales no se siente cómodo en la piel humana.
Cómo se contagia la sarna y complicaciones
Una persona se puede contagiar de sarna humana ya sea por entrar en contacto con este ácaro o por contacto físico con otra persona que lo padezca. También, aunque más improbable, el contagio puede venir por haber usado ropa de la persona afectada.
En general la sarna humana tiene síntomas semejantes a otras afecciones de la piel como la dermatitis, por lo que lo mejor es acudir a un médico para que determine qué tipo de padecimiento se trata.
La sarna humana es molesta, pero de ninguna manera grave, a menos que tengamos una situación sanitaria especial como:
- Padecer un trastorno crónico que debilita a las defensas como el VIH.
- Tener la salud muy deteriorada.
- O ser una persona mayor en una residencia de ancianos.
En estos casos la persona puede desarrollar una sarna costrosa o noruega, la cual es una versión mucho más grave de la sarna humana. En este caso, la extensión de la afección es mucho mayor y la piel tiene una apariencia seca y escamosa. Además, esta variante de sarna es muy contagiosa y difícil de tratar, ya que la persona en vez de tener de 10 a 15 ácaros es el huésped de millones.
Otra complicación de la sarna humana es el impétigo, que ocurre cuando la persona que padece sarna se rasca vigorosamente y en la piel dañada no solo viven ácaros sino todo tipo de bacterias patógenas. Se trata de una infección superficial pero muy molesta.